Estoy seguro que, si nos detenemos a hablar de la importancia del Hanafuda en nuestra infancia, muchos ni siquiera sabrán qué es, y los más vezados en cultura general, dirán que se trata de un juego tradicional de cartas japonesas.
Pues bien resulta que hace 130 años un artesano llamado Fusajiro Yamauchi creó una compañía que se dedicaría a crear y vender la baraja de cartas de la que anteriormente hablamos; esa empresa llevaría el nombre de Nintendo Koppai, así es, hace más de un siglo se creó la empresa que hoy está a la vanguardia en la creación de hardware y software para videojuegos, apuntándole siempre a tecnologías arriesgadas que cambian nuestra forma de jugar generación tras generación.
¿Qué sería de nosotros sin los juegos que han trascendido las barreras continentales, tanto de territorio como de idioma?, ¿podríamos imaginarnos la vida sin decir que hemos rescatado una princesa en los hombros de un fontanero?, ¿o que hemos sobrevivido a batallas espaciales, al mando de un zorro?
Es más, sabemos que han llegado a pensar que gracias a Nintendo hemos explorado planetas, aniquilando alienígenas, mientras llevamos un traje que dejaba al Jefe Maestro como un bebé, si este llegará a pararse al lado de la hermosa Samus Aran. O que aburrido sería el mundo si no existiera la tierra mágica de Hyrule y un héroe al que todos conocen como Zelda, sabiendo bien que no es su nombre.
Mario, Luigi, Donkey Kong, Fire Emblem, Kirby, Metroid, La Leyenda de Zelda, Pokémon, Star Fox y muchos otros que ahora no voy a nombrar porque se me escapan las lágrimas intentando aliviar la nostalgia; todos ellos hacen parte de nuestra infancia y hoy 23 de septiembre de 2019, La Vida es un Videojuego quiere recordarles que hace 130 años nació Nintendo.
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Calachoowie les dice, see you, space cowboys…
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