Ni no Kuni, regresa a PS4 y Nintendo Switch con Wrath of the White Witch

Cuando creces viendo películas del Studio Ghibli, te permea la idea de que la magia está ahí, escondida a simple vista, te haces mayor, la rutina hace que ignores lo sucedido a tu alrededor y que a pesar de ello entiendas que en los mismos detalles de nuestra existencia podemos encontrar algo de encanto. Eso es en resumidas cuentas lo que este estudio japonés de animación ha conseguido película tras película.

¿Pero qué sucede cuando Level-5 y Ghibli se unen para crear una nueva historia?: Magia, y es precisamente lo que nos encontramos con Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca (Remastered), ahora relanzado para PlayStation 4 y Nintendo Switch, permitiendo a quienes no tuvimos la oportunidad de jugarlo en su tiempo, quedar inmersos en las historias que solo este estudio de animación nos podría dar. Por consiguiente, esta nota fue escrita para quienes lo jugaron y quieren recordar o para aquellos que, como yo, lo estamos jugando por vez primera.

Para empezar, encontramos un excelente diseño de personajes, haciéndonos sentir que estamos viendo El Viaje de Chihiro o El Castillo Vagabundo, y una historia que se desenvuelve poco a poco y que te atrapa sin que te des cuenta. Con escenarios hermosos, que parecen estar pintados a mano y música del excelente compositor Joe Hisaishi, conocido por participar en otras producciones de Studio Ghibli, que hacen del juego toda una experiencia.

Así bien, su jugabilidad es parecida a la de otros juegos de rol, en dónde le decimos a nuestros personajes qué realizar cada determinado tiempo, con acciones que tienen un enfriamiento más rápido que otras, recordándonos mucho a entregas como Final Fantasy XII, en donde te puedes mover por el escenario a medida que luchas. De igual manera, podemos encontrarnos con el sistema de cacerías y recados, como una actividad alterna que genera ingresos y experiencia extra.

Además, el juego maneja un sistema de niveles independiente para cada personaje, incluyendo las invocaciones de los protagonistas, las cuales tienen el nombre de únimos y se fortalecen de forma independiente a su invocador, sin embargo, los puntos de vida de estos están compartidos, así que, si te descuidas y eliminan a tu únimo, tu personaje perderá el conocimiento. También, podrás fortalecer a tus pequeños amigos con diferentes antojos, que irán subiendo estadísticas específicas (ataque, defensa, agilidad, etc.).

Por otro lado, es importante resaltar que Ni no Kuni tiene un principio algo lento, que va deshilando la historia poco a poco, mientras aprendes a desenvolverte. Por tal razón, deberás tener paciencia, haciendo que no sea un juego para todos los gustos, pero más allá de eso tendremos diversión y unas cuantas lagrimas aseguradas, si son tan sensibles como yo.

Finalmente podemos decir que Ni no Kuni vuelve para recordarnos que la vida es un videojuego y que la magia está ahí, visible solo para aquél que sepa dónde mirar.

Si deseas leer más notas y estar enterado del mundo de los videojuegos, te esperamos en Facebook, Twitter e Instagram.

Calachoowie les dice, see you, space cowboys…

¡Nos encantaría saber qué piensas! Deja un comentario.

Up ↑

Discover more from La vida es un videojuego

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading