Dead Space: Un Renacimiento Visceral

No puedo negarlo, me encanta el terror en muchas de sus formas. De niño, recuerdo haberme envalentonado delante de mis amiguitos para invitarlos a ver, durante un sábado en la noche si no estoy mal, un episodio de “Las Pesadillas De Freddy”, una serie de televisión basada en la fenomenal película A Nightmare on Elm Street. No puedo decir mucho más, la mayoría de veces cerré los ojos para evitar los momentos más explícitos y aun así me fui a la cama pensando que Freddy se aparecería debajo de mi cama. Con el tiempo, cuando tuve la oportunidad de jugar en una NES de un vecino más o menos acomodado, descubrí entre varios de los cartuchos una copia del título de A Nightmare On Elm Street y créanme, cuando vi el rostro de Freddy, mis ojos se llenaron de emoción y profundo terror al mismo tiemplo. Claro, el título no era la gran cosa, el único terror era jugar un juego tan poco inspirado, pero todo hay que decirlo: había cierto misticismo al enfrentarse al mismísimo Freddy Krueger. Por suerte, las siguientes interacciones que tuve con el género del terror en consolas caseras fueron experiencias muchísimo más afortunadas. Se me viene a la mente títulos de la talla de Silent Hill, Resident Evil 2, Dino Crisis o Alone in the Dark, todos jugados en la flamante PlayStation original. En mis años de adolescencia, habiendo superado un poco – más bien un poquito- el miedo hacia los juegos de Survival Horror, experimenté la saga Fatal Frame, Siren, Resident Evil 4 y las siguientes entregas de Silent Hill.

No me digan que debo limpiar este desastre…

Para la generación PS3 y Xbox 360, el género tuvo un estancamiento terrible: Konami hizo las entregas más olvidables de Silent Hill, Capcom hizo lo mismo con Resident Evil, Fatal Frame se volvió exclusiva de Nintendo y produjeron un par de juegos que “ni chicha ni limonada”. Esa generación se había volcado a experiencias multijugador como la saga Call of Duty y los Survival Horror parecían estar condenados a una inminente extinción. Sin embargo, Electronic Arts, una compañía conocida por sus juegos basados en licencias cinematográficas y deportivas decidió dar luz verde a Dead Space, un título que bebía directamente de Resident Evil 4 y la películas Alien y The Thing. La experiencia fue cuanto menos impactante: recorríamos los rincones de la Ishimura, una nave espacial abandonada en la que toda su tripulación había sido asesinada, revivida y reconvertida en unas monstruosidades conocidas como “necromorfos”. Estos necromorfos cumplían un papel similar a un zombie común, pero a diferencia de estos, eran criaturas más veloces y por lo tanto, mucho más letales. La forma de eliminarlos también difería mucho con respecto a los zombies: olvidémonos de los tiros a la cabeza, a estos chicos había que eliminarlos por medio del desmembramiento. Para ello no contábamos con un arsenal clásico como una 9mm, una escopeta o un cuchillo, en su lugar teníamos herramientas futuristas como la icónica “cortadora de plasma”, la cual podíamos modificar a nuestro antojo para tener mejor alcance o hacer más daño. Tampoco éramos parte de un escuadrón especial del ejército ni la policía; Isaac Clarke, nuestro avatar, era un ingeniero que pertenecía a un equipo de mantenimiento con la misión de reparar los daños de la Ishimura, cuando se perdió el contacto con la misma. Fuera de esto, Dead Space era un Survival Horror clásico que apremiaba la exploración, en el que se debías gestionar los recursos de la mejor manera y en el que podías huir si te sentías superado por la situación. La secuela, siendo un juego más ambicioso, grande e incluso más costoso, fue una experiencia un poco más lineal ofreciendo, a su vez, una mayor variedad de escenarios junto un mayor enfoque cinematográfico, no obstante, EA hizo mal los cálculos invirtiendo 60 millones de dólares en su desarrollo y publicidad para al final recuperar tan solo 4 millones. Para rematar, la tercera entrega no mejoró el panorama y fue vapuleada por el público por su enfoque en el multijugador cooperativo.

¡Muchachos, les dije que sin vacunarse no hay abrazos!

Por si fuera poco, Visceral Games, el equipo encargado de todas las entregas de la saga hasta ese momento se le encomendaron trabajos como el decepcionante Battlefield Hardline y un juego de Star Wars que terminó en el baúl de las cancelaciones. Heridos de muerte, EA Games finalmente anunció el desmantelamiento de Visceral Games en octubre de 2017, matando también cualquier esperanza de ver una cuarta entrega de las desventuras de Issac Clarke.

Pero como nunca debemos decir “nunca”, de manera muy inesperada, durante un EA Live celebrado a finales del mes de julio, se nos anuncia que Dead Space vuelve y no en forma de fichas como Alf, sino en un reimaginación y a su vez un remake del primer título de la saga. Este título está siendo desarrollado por EA Motive (Star Wars Battlefront II) y dirigido por Eric Baptizat, cuyo trabajo más reciente ha sido Assassin’s Creed: Valhalla. Lo poco que sabemos de este título es que habrán cambios en la trama, se modificarán aspectos como la personalidad de Issac ya que, para los que no se acuerdan, nuestro ingeniero favorito no interactuaba por medio de diálogos con los personajes de reparto – Lo cual generaba situaciones un tanto forzadas- , se desarrollaría con el motor gráfico de la casa (Frostbite) y al parecer el juego podría ser completamente en plano secuencia tal cual como lo vimos en el súper galardonado God of War de 2018.

El espectacular remake de Resident Evil 2 es la referencia principal de EA

Luego de la resurrección del género con juegos indies de gran calidad, Resident Evil 7 demostró que los Survival Horror aún tienen gancho comercial ya que la séptima entrega de la saga suma más de 9.8 millones de copias vendidas, seguidas de las no menos impresionantes 8.6 millones de copias del remake de la segunda parte. Con esto no podemos asegurar que Dead Space remake vaya a convertirse un hit, pero tampoco podemos obviar que si las cosas se hacen con el mismo mimo que los chicos de Capcom, es probable que EA pueda revivir las aventuras de Issac Clarke con resultados igualmente favorables.

Dado que aún carecemos de información más aterrizada y lo único que nos han proporcionado ha sido un tímido teaser cargado de nostalgia, debemos estar pendientes en los eventos que se nos aproximan este mes de agosto, como la Gamescom, aunque suena improbable a estas alturas. De lo que debemos estar seguros es que el género seguirá dándonos alegrías: la revolución mediática que ha causado Abandoned, el nuevo exclusivo de PlayStation 5, el remaster de Fatal Frame 5, el nuevo proyecto de Keiichiro Toyama (creador de Siren), el rumoreado Resident Evil Outrage, exclusivo de Switch e incluso el supuesto retorno de Silent Hill son algunas de las muchas propuestas que se suman a Dead Space, del cual al menos se ha confirmado que es una experiencia que únicamente podrá ser disfrutada en la nueva generación.

¿Y tú, qué esperas del nuevo Dead Space? ¿Hubieras preferido una nueva entrega? ¿Qué cambios crees que deban ser implementados? Déjanos tus comentarios aquí o en nuestras redes de Facebook, Instagram o Twitter.

@jorgworldchamp I’ll buy that for a luka

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