Todos debemos admitirlo en los años 2000 no leíamos reseñas y si en ese tiempo hubiera existido Metacritic, no entraríamos a mirarlo, porque el internet era para chatear en Latinchat o Messenger y no para malgastar el tiempo.
Así que, nuestra crítica era la portada del juego o la recomendación de algún familiar o vecino que ya lo hubiese probado y de la primera forma conocí a Regina y Dylan, después de mirar la biblia de juegos como por cinco minutos y con el vendedor viéndome feo por no decidir rápido, puse mi mirada sobre dos juegos, Dino Crisis y su secuela, de forma automática mi mente asoció el 2 como una mejora y pues el dinosaurio a punto de morder a alguien era más atractivo que la muchacha pelirroja mirándome. Así que, me lleve Dino Crisis 2 a casa.
Desde la intro, el primer dinosaurio, la historia, todo el juego para mí fue un constante:
El prólogo de juego indicaba que había pasado un año desde el incidente del primer título, pero en esas épocas no me iba a regresar a la tienda para hacer un cambio y conocer todo el lore de la franquicia, aquí tocaba imaginarse lo que había pasado antes y seguir con el juego.
Gráficamente me sorprendió mucho, aunque los escenarios prerenderizados eran muy comunes en los juegos de esa época, ver como caía la hierba al golpearla con mi machete, era como el Ray-tracing para los gamers de ahora. El detalle de los dinosaurios y su variedad eran increíbles y ese sentimiento que en algún momento el T-Rex saldría a por mí, creaban una atmósfera como si de un juego de survival horror se tratase.
Después de un rato, me doy cuenta que podré también manejar a Regina, eso fue la cereza del pastel, esos 2×1 en los juegos me encantan, así no te acostumbras a un solo estilo de juego, si no que vas mirando que personaje te conviene en cada situación y crea un componente de estrategia dando más profundidad al gameplay.
Cada escenario era una nueva sorpresa y pues hablaré libremente de ellos ya que no creo que después de 20 años, se llegue a considerar spoiler. Por ejemplo, la primera vez que tome la torreta del barco, eso fue adrenalina pura. Pero como uno nunca está feliz, iba y volvía solo con el objetivo de matar dinosaurios y ganar puntos para comprar el cañón sólido y acabar hasta con el nido de la perra.
Y justo cuando pensé que se acabaría el juego, Regina me sumerge en el agua, para ese momento ya tenía esa predisposición gamer a los escenarios acuáticos, pero que genial era acabar con los Mosasaurus (los que parecían cocodrilos) y los Plesiosaurios fuera del agua eran un festín de puntos para mejorar las armas.
Ya cuando pensaba que estaba super OP y le iba a partir su mandarina en gajos al T-Rex, viene otro dinosaurio más grande y se lo come ( ཀ ʖ̯ ཀ) y pues más adrenalina al cuerpo, porque al Giganotosaurus no le hacían nada las balas, así que tocaba activar “el martillo del Alba” y pues tal vez, Cliff Bleszinski, se inspiró en este juego para crearlo. Bueno, ya con el dinosaurio gigante muerto gracias a un rayo espacial, la historia llegaba a su fin y pues nunca falta aquel enemigo que con su último aliento hace algo malo y ahora a correr porque la instalación se va a autodestruir.
Y pues no tocaba correr fuera del lugar, era el momento de correr al futuro o más bien al pasado, bueno mejor no te voy a revelar esta parte final por si acaso no lo has jugado, llegan los créditos y con eso el final de la aventura, pero no fue la última vez que los vi, ya que cuando llegó la PS3, volví a comprar el juego, esta vez de forma legal y ahora con la PS Classic, Dino Crisis 2 ha sido el juego que más he finalizado (o rescatado como decimos aquí en Rololandia) y estoy más que seguro que no he jugado la última vez esta bella joya de Capcom.
Por último, espero que algún día tengamos un nuevo juego de la franquicia o algún tipo de remake para la nueva generación y con lo bien que lo ha estado haciendo Capcom, reviviendo los clásicos con los que muchos crecimos, tengo la esperanza de ver a Dylan y Regina en glorioso 4K.
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