Reseña Buildings Have Feelings Too! El barrio me respalda

Alguna vez te has puesto a pensar que sentirá un edificio al ser demolido, o que pasa por su cabeza cuando llevaba muchos años siendo una farmacia y ahora es un supermercado, pues es posible que no, ya que son objetos inanimados, pero mientras juegas Buildings have feelings Too! Te harás muchas veces esas preguntas.

Sim City de Scroll Lateral

Después de llevar una hora jugando me di cuenta de que estaba ante un simulador de ciudad en toda regla, y me sorprendió mucho que también estaba en un juego de scroll lateral, como en aquellas épocas que abundaban los videojuegos hechos en flash y es increíble que de esa unión tan extraña haya nacido un juego tan bien realizado como este.

Aquí vivirás las aventuras de un pequeño edificio que ha sobrevivido a la demolición de su barrio y al igual que él, esto también ha afectado a los barrios aledaños, haciendo que pidan ayuda para mejorar y no convertirse en la próxima pila de escombros.

La felicidad está solo a una panadería de distancia

Para poder avanzar en este juego, tendrás que llenar de felicidad a los edificios, pero esta vez no es como en la vida real, que la felicidad viene de nosotros mismos, esta vez viene de los demás.

Cada edificio creado cuenta con tres niveles de felicidad y cada uno de ellos pide diferentes requisitos, por ejemplo una pescadería para subir al nivel dos, necesita un supermercado o una carnicería cerca, además también necesita gente que la visite, por eso pide una casa u oficina en sus inmediaciones, y como requisito extra necesita una tienda de todo a mil o Dollar City como le dice la gente cool. XD

Pero no es solo crear y cumplir los requisitos y ya, para poder construir necesitas ladrillos, al inicio empiezas con una baja cantidad, pero en los últimos niveles vas a tener más que suficientes, pero es buena idea no malgastar, una mala jugada y te verás a gatas para conseguir los objetivos. También estarás limitado por el espacio, no podrás crear obras a diestra y siniestra.

Es más, en mi primera partida tuve que reiniciar el juego por completo, me quede sin ladrillos por no poner cuidado, además para este juego te recomiendo tener una libreta o cuaderno para ayudarte, a veces en necesario crear una cadena de hasta siete edificios para completar un objetivo y si te distraes es probable que se te olvide el porqué de ese restaurante nivel tres que tienes al lado y luego lo destruyas para momentos después necesitarlo.

Al hacer todo esto, ayudarás a tu barrio a verse bonito y esto se reflejará en una puntuación en la parte de baja de la pantalla, incluso tendrás objetivos como llevar a tu barrio a cierto nivel, pero algo que no me gusto e incluso va en contra de la lógica, es que subir de nivel a tus edificios baja la puntuación global de tu barrio.

Cómo es posible que un Supermercado nivel tres dé menos puntos que uno de nivel uno, incluso para subir nuestra puntuación es mejor crear una gran cantidad de edificios de mínimo grado, que tener un cine con discoteca y videoclub. :/

Pero así como los edificios son felices, también se ponen tristes, sobre todo si le pones al lado construcciones que no concuerdan, por ejemplo si colocas una industria que genere polución como una destilería cerca a una casa, los inquilinos no estarán muy contentos. Incluso si el nivel está muy bajo iniciará un contador donde luego de un tiempo el negocio cerrará y deberemos asignar de nuevo el enfoque de nuestro edificio o simplemente demoler.

Lo bueno es que la interfaz nos deja ver muy bien que afecta y que no a nuestra obra.

Por último, no tendrás todas las construcciones liberadas desde el primer momento, tendrás que hacer muy, pero requeté muy feliz a los edificios para poder completar la colección, una panadería en nivel 3 con la felicidad al máximo, libera una pastelería y una tienda de barrio donde podrás comprar una docena de huevos por $1800 pesos.

No me quiero ir señor constructor. 

Ahora bien, no solo es construir y completar objetivos, cada meta, viene con una historia y están muy bien hiladas, construirás teatros para restablecer la vieja gloria al barrio, pero también tendrás que hacerlo atractivo a los nuevos tiempos y tendrás que agregar un cine.

Cada barrio viene con un trasfondo y una historia de superación, o simplemente un grito desesperado para no quedar en el olvido, pero como al igual que la naturaleza humana le teme al cambio, estas construcciones se niegan a esta transformación y deberás ayudarlas a transcender.

El barrio también necesita lugares en donde hablar de “sushi y vinitos” por eso crearás oficinas de contabilidad, mecanógrafos, bancos, periódicos y todo tipo de oficinas donde el tema principal, es quien trajo huevo cocido con coliflor de almuerzo y dejo apestando la cocina o si el pelao’ de contabilidad le está echando los perros a la señorita de recursos humanos.

Pero no todo es bonito en este juego, me topé con varios bugs, caídas de frames (y eso que lo jugué en PS5) y una que otra vez el juego se bloqueó por completo. Aunque lo más grave fue encontrar un bug que me dañó toda la partida y tuve que reiniciar de nuevo. Menos mal tenía a la mano el correo del desarrollador, donde me aseguró que en la próxima actualización esto se arreglaría y tu partida no sufrirá este destino.

Amigos de Merge Games, si están leyendo esto sería increíble si por allá en la parte final de los créditos saliera un “Thanks to Lavidaesunvideojuego.com for the bug report”. :3

Para finalizar, te hablaré del aspecto visual y sonoro, gráficamente el juego tiene la palabra independiente tatuada, fondos realizados a mano o pintura digital no sabría decirte bien, los detalles de los edificios están muy bien realizados, pero sentí que falta un elemento que diferencie más a las construcciones, sobre todo en la pescadería y carnicería, puede que en ingles salga el nombre, pero si alguien no lo habla muy bien o como yo es cegatón, es difícil saber ante qué obra estamos.

Ahh, pero no te preocupes el juego está doblado totalmente, incluso tiene como 10 idiomas, pero como al igual que las series de animación, los letreros no vienen traducidos, para saber que construcción tienes al frente solo tienes que pulsar X y verás toda su información traducida.

El audio también está a la altura, las canciones son pegadizas y alegres, los efectos de construcción y demolición están muy bien, lastimosamente un barrio vacío y uno lleno de edificios, no cambia sonoramente en ningún momento, hubiese sido genial que a medida que llenamos nuestro nivel, los sonidos ambientales de cada obra se unieran y crearán esa sinfonía urbana a la que estamos acostumbrados.

En general la pasé muy bien con este juego, supuso un reto muy interesante terminarlo, los niveles finales piden bastantes cosas y optimizar todo te hace sentir como si fueras un alcalde, obvio nosotros no dejaríamos que el transporte público se abarrotara en pandemia, como me han contado que hacen algunos alcaldes en Colombia.

Por eso Buildings Have Feelings Too!

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@Relict King – Hail to the King.

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