Jugar a no hacer nada: Paisajeando por el Valhalla

Es increíble todo lo que hay por hacer en Assassin’s Creed Valhalla, puedes perderte por horas en tan solo una misión y ni hablar si te das a la tarea de completar todo al 100%, podríamos estar hablando de más de 100 horas de juego, pero llega un momento en la partida en que no quieres acabar con enemigos o ir a recolectar flores.

Paradójicamente, lo que te voy a mostrar en esta entrada nace de una misión secundaria, y sé que muchos se han perdido haciendo lo mismo que yo, pero que al final no lo divulgamos, porque para otros es simplemente perder el tiempo.

Hace un par de días iba montado en mi caballo Chostoy (Ese es el nombre que le pongo a todas mis monturas, ni la mismísima Epona se ha salvado del cambio) y encontré unos hongos en el camino, obviamente mi instinto de supervivencia y la lógica no iba a permitirme bajar, pero al pasar se activó un icono de misión secundaria. Por lo que cualquier atisbo de mi ser racional se desvaneció y procedí a comerlos.

Todo comenzó a girar y a volverse borroso, se me dieron unos parámetros para la misión y rápidamente la completé, fue algo muy sencillo, pero no te hablaré de lo que hice para evitar spoilers, puede que sea solo una misión secundaria, pero todo es más bonito cuando lo descubres por ti mismo.

Después de finalizar, me quedé mirando a mi alrededor y veía lo bonito que son los paisajes, Ubisoft hizo un gran trabajo en realizar los escenarios y si me parecían espectaculares en Xbox One, cuando hice la reseña, ahora jugando en la poderosa Xbox Series X, todo se ve aún mejor.

Monté de nuevo a mi compañero equino y me puse en dirección a un lago que había pasado anteriormente. Durante el viaje, me olvide de misiones, de encargos y de mi asentamiento, solo quería disfrutar del trayecto, activaba el modo foto de vez en cuando para jugar un poco con la luz que se colaba entre los árboles. Lastimosamente aún no hay Ray Tracing en el título, ojalá llegue en alguna actualización. Estos paisajes se verían aún más impresionantes.

Llegué al lugar que quería y me di un pequeño chapuzón, usé un poco la visión especial para dar con algún que otro pez y poder pescar, salí y me quedé en la orilla solo mirando el agua.

Empezaba a oscurecer y la luz de la luna se filtraba lentamente, tomé presuroso mi caballo y emprendí camino hacia el norte, a medida que oscurecía, me invadía el miedo por los ladrones que pudiesen salir, pero recordé que aquí no es como mi barrio. Es más, donde vivo después de las 6pm los amigos de lo ajeno no salen a la calle, les da miedo que los roben.

(ᴗ ͜ʖ ᴗ)

Llegue a un pequeño pueblo y de inmediato tome una foto.

Mientras la tomaba pensaba en lo bonito sería volver a vivir en este tipo de lugares, donde no hay tanta preocupación, por pagar lo recibos públicos, el arriendo, el internet y la televisión por cable. Volver a lo básico, a sembrar nuestra comida, salir a cazar y pasar la noche cerca a una chimenea mientras tomamos un vaso de hidromiel.

Luego recordé que lo único que he cazado son zancudos, que hasta el frijol en algodón y agua del experimento de primaria se me murió y que, a mediados de 2021, sale la sexta parte de unos de mis shooters favoritos, Far Cry 6. Todas esas ganas de convertirme en un hombre del campo se disolvieron al instante.

En la mañana tomé una última foto a este pueblito tan acogedor y volví a tomar las riendas de mi compañero Chostoy.

Seguí el camino hacia el norte, mi intuición me hacia ir hasta allí, como si fuera encontrar algo que recompensaría mi viaje, aunque a estas alturas ya no me importaba, había tomado unas fotos muy bonitas y pensaba precisamente en mostrártelas a ti. Puede que suene raro, pero muchas veces cuando juego pienso en los lectores del blog y qué pensarían si me vieran jugar, ¿dirán que soy manco? ¿Dirán que soy pro? ¿Me darían un consejo?

Después de un par de minutos me encontré con un paisaje muy parecido al salvapantallas de Windows.

Esto que ves aquí se llama potrero, pero en ciertos lugares también se les dice motel.

Sin darme cuenta, llegué a mi asentamiento en el norte, al parecer solo quería volver a casa.

Pero aún quería seguir mi viaje y pues la montaña al fondo parecía un reto, lastimosamente Chostoy no me podría acompañar, la subida se veía muy escarpada y pues él no es el caballo de Skyrim, así que mi fiel compañero se quedó en su establo; mientras yo y mi barra energética hecha con corazones de manzanas y periódicos viejos, intentaremos subir el Cuerno de la Muerte.

Después de varios minutos escalando, tal vez un poco más ya que una vez que me caí, llegué a la cima solamente para verificar que todo se veía bonito y ya. No era el final que quería para mi aventura sin misiones. Estaba de noche y la luna apuntaba directamente hacia mí, recordé una escena de El Zorro y qué mejor forma que recrearla que llamando a Chostoy.

Ya de nuevo en lo planito, puse dirección a sur, allí encontré:

Pantanos

Bosques

Un rio caudaloso

Y otro fondo de Windows 7.

En el mundo real vi la hora y eran muy altas horas de la noche, casi iban a ser las 10pm, y para los ancianitos que pasamos de los 30 años, trasnochar hasta tan tarde es muy peligroso para nuestra salud. Ya era hora de apagar la consola y descansar.

Y a pesar de la hora y no encontrar ese punto en el mapa que daría fin a mi búsqueda, sentí que todo lo que pase, fue significativo, a veces no importa la meta solo importa el viaje y con esa epifanía, me dispuse a cerrar el juego, obviamente no sin antes dejar a Eivor con su tapabocas puesto, podrás ser un vikingo, pero es importante ser responsable en épocas de pandemia.

Agradezco mucho que hayas leído hasta aquí y me acompañaras en este viaje lleno de fotografías, te dejo un par más en la galería de abajo y también me gustaría que me contarás ¿en qué momento sientes que juegas a no hacer nada? Déjame tu comentario aquí abajo o en FacebookTwitter e Instagram.

Galería

@Relict King – Hail to the King.

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