Han pasado casi 15 años desde que pudimos ponernos en la piel del comandante Shepard por vez primera, a bordo de la inalcanzable Normandía y volando cabezas alienígenas a nuestro paso. En efecto, fue en el año 2007 cuando pudimos disfrutar en PlayStation 3 y Xbox 360 de esta gran aventura interestelar. Ahora, gracias a BioWare y a Electronic Arts, vuelve Mass Effect con su trilogía original renovada en 4K y UHD, reviviendo así los momentos más épicos de la franquicia para PlayStation 4 y el ecosistema Xbox, a la espera de que descubramos todos los misterios que oculta la Vía Láctea. Pero antes quiero aclarar que no había jugado antes esta increíble historia y que este fue mi primer acercamiento al videojuego. Sin embargo, me he documentado de cómo fueron sus primeras entregas y la ingente cantidad de mejoras que nos trajeron para esta colección. Así bien, sin más preámbulos, hoy en La Vida es un Videojuego te traemos nuestras impresiones de Mass Effect Legendary Edition.

La belleza de una galaxia dentro de una pantalla
Debido a que esta es una colección de tres juegos diferentes los abordaré de forma paralela en los mismos apartados, mostrando los cambios entre cada uno y con respecto a sus entregas originales. En consecuencia, empezaré, como de costumbre, por el apartado artístico, que, para el caso, definitivamente, nos dejará sin palabras, pues salta a la vista la buena atención al detalle. Como he resaltado más arriba este juego fue lanzado en el 2007, por lo tanto, la restauración que se llevó a cabo sobre el título es increíble, sin embargo, no pasa lo mismo con la ya conocida movilidad de sus personajes en las cinemáticas y conversaciones, en donde los movimientos se ven excesivamente acartonados, es por ello que este título no ha logrado envejecer tan bien a pesar del gran retoque cosmético que sufrió. Aunque, para la segunda y tercera entrega, se mejora bastante en este aspecto, sigue siendo una característica recurrente en cada dialogo que hacemos con la o el comandante Shepard.

No obstante, sí se debe resaltar que, se procuró unificar el apartado gráfico de los tres títulos, intentando que la estética entre cada juego no variara mucho en cada salto, aunque se hace evidente que cada entrega se ve mucho mejor que la anterior, en donde resaltan la elaborada iluminación, los pequeños detalles en la vestimenta y características de las especies alienígenas o los fondos de escenario que permiten estar más inmersos en cada planeta visitado. Además, que las cinemáticas también se llevaron a una mejor definición, quitando polígonos y puliendo las explosivas escenas de combate. Eso incluye también la movilidad de su protagonista, algo tosca en el primer juego, pero con un gran progreso en el segundo, aunque hablaré de ello más adelante.

¡A la orden, comandante Shepard!
Mass Effect es un juego de disparos en tercera persona, que en su jugabilidad implementa elementos de rol, como lo son el progreso por niveles en los personajes, el mejoramiento de equipo y de habilidades por medio de puntos, la toma de decisiones, que, para el caso, influye en menor medida en la trama, o, la personalización de equipo e incluso del protagonista, pues en las tres entregas podemos cambiar desde su sexo, apariencia, hasta su tipo de combate. Por ejemplo, en este último apartado podemos encontrar las siguientes clases:
- Soldado: Es la clase estándar para cualquier tipo de combate, pues pueden usar todas las armas y blindajes, además, logran desarrollar diferentes habilidades.
- Infiltrado: Clase centrada en el combate a cualquier distancia y con diferentes artilugios, especialmente tecnológicos, sin embargo, su fuerte siempre son los rifles francotiradores.
- Vanguardia: Es la punta de la lanza, siempre dispuesto a ir en primera línea (viva el paro), para enfrentarse a sus enemigos a corta distancia y causar daños devastadores.
- Centinela: Los centinelas son los que con una grosería se burlarían del combate tradicional, ya que no necesitan normalmente de coberturas, pues cuentan con escudos y entrenamiento en todas las armas.
- Adepto: Experto en poderes bióticos (habilidades extrahumanas) que pueden acabar con los enemigos sin llegar a usar armas; lanza uno aquí, uno allá, altera el campo y la gravedad, ya sabes, lo básico.
- Ingeniero: El geek del equipo, pues puede romper barreras, deshabilitar armas, desplegar torretas, drones y un sinfín de artilugios que siempre serán de utilidad.

Ahora bien, la jugabilidad es bastante consistente y parecida entre los tres títulos, obtenemos misiones, vamos a completarlas, esto normalmente lo hacemos entre disparos y asesinatos, volvemos a la nave y así sucesivamente iremos develando la trama y avanzando en la historia, aunque para el caso del primer juego, su inicio será excesivamente lento y pasaremos gran parte del tiempo haciendo de recaderos por toda la Vía Láctea. Por el contrario, en el segundo y tercer juego nos meten de lleno al combate, lo cual de entrada hace más atractiva la historia, y no hablo de que un juego deba ser solo acción sin respiro, me refiero a que lograron hallar en las últimas entregas el equilibrio perfecto para contar una historia sin abusar de los diálogos, entendiendo la importancia de estos, lo cual no es malo, de hecho, le aporta identidad a la franquicia.

Otro aspecto destacable es el sistema de combate, que, si bien es parecido en los tres juegos, se pule en cada entrega, haciéndolo más eficaz y más rápido para cuando nos adentramos en el tercer título. En otras palabras, no vamos a pelear solos por la galaxia, lo haremos siempre con la ayuda de otros dos personajes; elegir a quien de entre ellos, dependerá de nosotros y de las habilidades que necesitemos en cada fase. Entonces bien, con LB o L1 (según el caso) oprimido, abriremos el menú de armas de nuestro pelotón. El tiempo se pondrá lento mientras nos decidimos por cuál arma usar, además que hay enemigos con escudos o armaduras y cada arma tendrá mejor efecto en cada caso. Por otro lado, si usamos el RB o R1, se desplegará el menú de habilidades, en este punto debemos poner la mira sobre nuestro enemigo y seleccionar la habilidad para que se ejecute una vez salgamos del menú. Entender esto nos dará mucha ventaja en los combates. También, como he dicho más arriba, para la última entrega, Shepard ya podrá moverse con facilidad entre las coberturas, esquivar granadas y ponerse a cubierto de nuevo con facilidad, pues, es bien sabido que los parapetos en este tipo de juegos son de vital importancia en la jugabilidad, punto que no quedó tan bien desarrollado en el primer Mass Effect.

La historia de la Vía Láctea al alcance de nuestra nave
Como un buen juego de rol, la trama será uno de los fuertes de la franquicia, y es que esta es sencillamente atrapante. A saber, controlamos al comandante Shepard, a quien podemos cambiarle incluso su pasado a partir del contexto que creemos del personaje cuando lo estemos personalizando. Nuestro avatar resultará inmerso en un viaje por el espacio que buscará entender cómo se extinguió una antigua civilización (Los Proteanos), la cual era la piedra angular de toda la tecnología que les ha permitido a diversas especies viajar por la galaxia y cómo su repentina desaparición tiene que ver con en el fatídico destino de las razas que ahora se esfuerzan por vivir en paz en la Vía Láctea.

Cada juego tiene la ventaja de hilar justamente sobre el anterior, haciendo que las tres entregas se complementen de forma única, pues en el primer juego descubriremos la amenaza de los Segadores y cómo estos aniquilaron a los Proteanos, en el segundo avanzaremos a profundidad en este aspecto, pues colonias humanas están desapareciendo, y, en el tercero, nos prepararemos para enfrentar un asalto definitivo contra la vida misma. Por otra parte, esta historia puede ser profundizada en una herramienta con la que disponemos, el códice, al cual es posible acceder desde el menú de pausa; en este se nos habla de tecnologías, razas y diversos acontecimientos que sucedieron años o incluso siglos antes de la aventura que nos atañe, logrando expandir el universo literario de Mass Effect. Además, si bien la trama sigue una línea general que no cambia mucho, las acciones que tomemos si permitirán que el desenlace se altere de cierta forma, ya sea porque debamos sacrificar a X o Y aliado o que decidamos iniciar una relación con X o Y miembro de la tripulación (así es, en tiempos de guerra, cualquier… ya saben que sigue). En resumen, este punto permite que nos sintamos más inmersos en la historia, pues los diálogos y ciertos desenlaces pueden afectarse según nuestro desempeño en la campaña.

De la Luna a la Ciudadela
En conclusión, Mass Effect: Legendary Edition se convierte en una posibilidad, en una oportunidad, ya sea que los hayas jugado en la séptima generación y quieras revivir está fantástica historia o que, como yo, te decidas a abandonar la tierra por primera vez. Pues es una remasterización muy bien hecha, que pule todos los aspectos posibles, como lo son la jugabilidad, las interfaces, la iluminación, los escenarios; unificando en el proceso los menús y el apartado gráfico o incluso la estética de los personajes. Es una oportunidad para salvar la galaxia, para enamorarte del universo o de aquel alienígena que te hace ojos desde el primer combate, una oportunidad para explorar y adentrarte en uno de los títulos que hacen de pilar dentro de las tramas de ciencia ficción en los videojuegos. En otras palabras, Mass Effect es un juego recomendadísimo para quienes disfrutan de los shooter y los RPG, pues BioWare consiguió que diéramos ese gran salto, de solo conocer la Luna hace casi 15 años, a llegar hasta la Ciudadela entre las estrellas este 2021 (es una metáfora).

Hasta aquí la reseña, pero antes cuéntame, ¿ya has probado alguno de estos títulos anteriormente? ¿Ya has tenido la oportunidad de jugar esta edición? ¿Apruebas las relaciones inter-especies? Déjame tu respuesta aquí abajo o en Facebook, Twitter e Instagram.
Calachoowie te dice, see you space cowboy…