Sí, últimamente el nombre de Hidetaka Miyazaki está en boca de todos los que seguimos y amamos esta pasión de los videojuegos. Un nombre que, si no hubiera sido por aquel juego que en su época los mismos directivos de Sony se negaron a publicar en tierras americanas y que, gracias al boca a boca, como también a Atlus, pudimos gozar y sufrir a partes iguales.
Demon’s Souls, un juego al que le guardo especial cariño.
No era un título tecnológicamente puntero; los gráficos lucían algo acartonados, los controles un poco toscos y nos enterábamos solo lo suficiente para saber que algo ocurría en los alrededores de Boletaria, el lugar dónde se narraba su, a menudo, nihilista historia. ¿Pero saben?, a pesar de estar acostumbrados a cinemáticas largas y un estilo de juego que nos llevaba por la mano todo el tiempo, Demon’s Souls nos empujaba del nido y, a menos que aprendiéramos a volar en el trayecto, lo más seguro es que acabaríamos como tortilla española, pero como todo, siempre había una segunda oportunidad, un nuevo chance para corregir nuestros errores y como no, volver a morir. La obra de Miyazaki fue tan transgresora que no faltaron aquellos que intentaron alcanzar el mismo éxito, sin embargo, la sensación que genera probar un título de FromSoftware ha sido difícilmente igualada más que todo por un factor muy importante: sus imponentes jefes.
Por este motivo, he querido recopilar algunos de los jefes que más me impresionaron cuando estuve con ellos en la misma habitación. Sí, sé que se escaparán opciones obvias debido a que no he podido disfrutar de todos los DLC’s de algunos de los juegos, así que no veremos a Artorias o a Sir Alonne, por ejemplo, pero trataré de meter los que más pueda y cada título tendrá su propio representante. Con este en mente y sin más preámbulo, los invito a que conozcan los 14 jefes que casi me hacen lanzar el control por la ventana.
Maneater

Debo admitirlo, este jefe me pareció tan complicado que tuve que recurrir a un pequeño pero muy útil glitch para derrotarlo. Sin embargo, aún así, el reto es tan desafiante no solo porque se ha de combatir en un puente estrecho cuyo centro hay una especie de hoguera, sino también porque el Maneater, una gárgola que combina ataques cuerpo a cuerpo y a distancia, no lo hace solo ya que un punto avanzado del combate, exactamente cuando le has bajado la mitad de la vitalidad, aparece su hermano gemelo. Sí, fue una vergüenza haberlo derrotado así, pero juro que algún día lo haré como se debe.
False King Allant

Sí, el último jefe (o penúltimo, según se vea) es un auténtico dolor de hue…sos. No solo ejecuta ataques extremadamente rápidos que deben ser esquivados con precisión matemática, también realiza un ataque que, si te alcanza, además de reducirte la vida de manera radical, te baja niveles en tu build. Sí, así como lo lees. Puedes llegar a nivel 100 si así deseas, pero una vez te alcance ese ataque, despídete de tus almas. Una vez lo derrotes, te enfrentarás al verdadero King Allant, el jefe más complicado, difícil, e imposible del juego, así que, más te vale que llores antes, porque lo que se viene después es mucho, mucho peor (sarcasmo off).
Great Grey Wolf Sif

Dark Souls es uno de los juegos más melancólicos que he tenido la oportunidad de probar. Tras llegar llegar al Santuario de Enlace del Fuego y encontrarme con el primer NPC de la aventura, y escuchar sus “alentadoras” palabras hacía mí, sabía que se trataba de una experiencia como pocas. Y eso me lo confirmó una vez me enfrenté con Sif, uno de los jefes más hermosos o quizás el único animal que parecía no merecer el final que, inevitablemente, correría una vez se encontrase con nuestro personaje. La música y el lore detrás de su trágica historia nos harán llorar no solo por la dificultad sino por la frustración de tener que matar a un animal tan bello. Gracias Dark Souls por hacerme sentir como basura.
Dragon Slayer Ornstein and Executioner Smough

Cualquiera que haya tocado Dark Souls sabrá el nivel de frustración y desespero al que podemos llegar una vez pisamos la otrora ciudad de los dioses, Anor Londo. Es uno de los niveles más desafiantes, con más recovecos y con los enemigos más fuertes a los que te puedes enfrentar en toda la aventura. Sin embargo, si algo nos llama la atención es el jefe que nos espera ya que no se trata de uno, sino de dos mastodónticos enemigos que atacarán y sin piedad alguna al mismo tiempo, con solo unas columnas para resguardarte de los ataques eléctricos de Ornstein, y del pesado mazo de Smough. Lo peor es que, si logra matar a uno, el que sobrevive absorbe los poderes de su compañero caído. Uno de los jefes que casi me hace abandonar el juego.
Demon of Song

Puede que no sea mi entrega favorita de la saga y que algunos de los jefes sean muchísimo menos inspirados que los aparecidos en su entrega anterior, pero no puedo negar que el juego me enganchó lo suficiente como para considerar incluir un par de jefes que me sorprendieron por su diseño y originalidad. Uno de ellos debería ser el Demon of Song, una especie de rana gigante con un cráneo humanoide en sus fauces. Lo mejor de este jefe es que mientras recorremos la cueva en la que se encuentra, escuchamos su suave y angelical canto ¡Ah! la sorpresa que nos llevamos cuando entramos en su guarida no tiene precio.
Looking Glass Knight

El exceso de jefes en forma de caballero fue uno de los traspiés más agudos que tuvo esta segunda entrega, pero como todo tiene su excepción, me encontré a mi mismo en una de las salas más hermosas de todo el juego. Con estatuas a cada lado, una tempestad a las afueras del castillo que iluminaba el recinto, traspasé la niebla y me vi frente a frente con el Looking Glass Knight, un jefe cuya reluciente armadura y su enorme escudo de espejo atraía los rayos de la tormenta. Una de las batallas más atmosféricas de todo el título y una de las más impresionantes técnicamente hablando (sí, no me he enfrentado a Sir Alonne y a su piso brillante pero bueno).
Abyss Watchers

El primer enemigo realmente duro al que me enfrenté durante mi partida. Un enemigo que, por razones meramente ajenas a mí, tuvo que enfrentarme en tres ocasiones porque primero, mi partida se corrompió ¡Y con lo que me había costado derrotarlos! La segunda ocasión fue cuando jugaba junto a mi primo y nos turnábamos para acabar con ellos, y la tercera cuando volví a comenzar el juego desde cero. Y a pesar de todo esto, confieso que en ninguna de las tres veces fue más fácil que la anterior. Los vigilantes es un enfrentamiento realmente épico, que te recuerda, a las malas, que estás efectivamente jugando un título de la saga y no una entrega un poco más casual.
Nameless King and King of the Storm

Si los vigilantes fueron el primer enemigo duro al que me enfrenté, el Nameless King y su secuaz volador King of the Storm casi me hacen pasar de ellos y en su lugar me dedicase simplemente a terminar el título combatiendo contra el verdadero jefe final del juego, algo menos complicado. El problema, más que su propia dificultad, es su cámara exageradamente errática, al menos en su primera fase. Luego, tras derrotar al pajarraco, nos toca enfrentarnos cuerpo a cuerpo con este imponente dios al que debemos combatir a corta distancia o si no tendremos que tragarnos un par de devastadores ataques de área. Es un enemigo extremadamente duro pero, a nuestro favor, se puede desestabilizar con relativa sencillez, sin embargo, no te confíes porque una vez te agarra, lo más probable es que no sobrevivas.
Sister Friede and Father Ariandiel

Jefe exclusivo del DLC, y es una de las pruebas fehacientes que Miyazaki es un troll de nacimiento. El combate comienza relativamente normal; nos enfrentamos a una enemiga que no se diferencia mucho de uno de esos NPC hostiles a los que nos enfrentamos durante nuestro trayecto. Al comenzar la segunda fase, Father Ariandiel, una monstruosidad de unos cinco metros de alto se suma a la batalla y trae consigo un caldero rebosante de lava que lanza hacía nosotros. Una vez derrotados ambos enemigos, y creyendo que eso era todo, ya que incluso recibimos una recompensa, de pronto nos enfrentamos a la tercera fase del combate. Sí, así es, este es el único jefe del título que tiene tres fases. Y claro, con el corazón a punto de salirse del pecho, no nos queda de otra de enfrentarnos a Blackflame Friede, mucho más poderosa, rápida y letal que en su primera fase… solo me queda decirte, buena suerte.
Father Gascoigne

Bloodborne fue una experiencia familiar y nueva a la vez. Familiar porque compartía muchas de las mecánicas del trabajo anterior de Miyazaki, y nueva porque su estilo de juego cambiaba de manera radical la forma en que se debía abordar esta aventura. No más escudo, esta vez Bloodborne obligaba al jugador a ser tácticamente más ofensivo. Si un enemigo nos bajaba la vida, bastaba con devolverle el golpe para recuperarla. Entre más ataques seguidos realizáramos, había más posibilidades de desestabilizar al enemigo. Y esto lo aprendía a las malas al enfrentarme con Father Gascoigne, un enemigo que, al igual que nosotros, era un cazador. Pero lo más estimulante de su combate es la trágica historia que tiene detrás, involucrando dos pequeñas hermanas, una madre desaparecida y un padre que se ha transformado en una bestia sedienta de sangre.
Vicar Amelia

Bloodborne contó con un jugoso DLC al que no pude acceder, así que podría estar perdiéndome muchos jefes que podrían estar en esta lista. Sin embargo, no quiere decir que los jefes a los que me enfrenté no fueron lo suficientemente memorables y un ejemplo de esto sería Vicar Amelia, una sacerdotisa que se transforma justo ante nuestros ojos en una bestia con cuernos de venado, cubierta de vendas y pelo. Lo más impresionante no es solo su diseño, sino su tamaño y su agresividad al venirse contra nosotros, sin olvidar su corta pero intimidante cinemática.
Guardian Ape

No creo que haya sido el único que lo pensó al verlo, pero en este juego nos enfrentamos a un simio haciendo cosplay de Kratos. Lo mejor del asunto es que nuestro simiesco enemigo pelea algo “sucio” y no solo porque le encanta envenenarnos con gases directamente de su trasero o alguna que sorpresita en forma de enormes pilas de “popó” tóxico también, sino porque también es otra de las pruebas de que Miyazaki le encanta jugar con nuestras expectativas y cuando creemos que hemos salido victoriosos de un encuentro ¡zas! nos da bofetada con una de sus clásicas trolleadas… Ay Miyazaki, eres todo un bromista, nunca cambies, hermano.
Divine Dragon

Este es uno de esos enemigos únicos que aparecen al menos en una ocasión en cada título de FromSoftware. Jefes que no responden a mecánicas recicladas de juegos pasados y que aprovechan las nuevas posibilidades del gameplay. Divine Dragon obliga al jugador a utilizar el brazo gancho del protagonista para saltar de un árbol al otro, como también fomenta el uso del parry para devolver los rayos que nos lanza el dragón. Asimismo, y como si se tratase de un God of War, ejecutaremos el enemigo de manera cinematográfica sin la molestia de ver un feo botón en pantalla que nos ordena cuando darle final a nuestro contrincante. Sin duda alguna, una experiencia única y muy atípica dentro de los trabajos de este estudio.
Isshin, The Sword Saint.

Sí, tenía que dejarlo hasta el final. Este es el único enemigo de toda los juegos del estudio en los que dije: “no, definitivamente no puedo más”. Y es que a pesar del desafío y la de dificultad marca de la casa siempre tuve la fortuna de declararme victorioso al final, pero con Isshin la cosa estuvo tan complicada que estuve alrededor de tres semanas tratando de derrotarlo. A ver, les explico, este es un enemigo que, aunque se inicia con un enfrentamiento con Genishiro, podríamos decir que sería una de las fases del mismo jefe. Y si antes me asombraba por enfrentarme a un enemigo de tres fases, pues malas noticias, con Isshin, contando con la fase de Genishiro, tendríamos en total cuatro, sí, CUATRO fases de jefe. Una locura sinceramente. Y no, si pierdes tienes que volver a enfrentarte a Genishiro así que la cosa está más peluda de lo que parece.
Y tú, ¿incluirías otros jefes en la lista? ¿Elden Ring también tiene alguno de esos jefes memorables y/o imposibles? Recuerda dejar tus comentarios aquí en nuestras redes de Facebook, Instagram o Twitter y recuerden, ¡alabado sea el sol!
@jorgworldchamp I’ll buy that for a luka.