Reseñas Vida Gamer

Yomawari: Lost in the Dark, un viaje de redención

Quiero comenzar esta reseña mencionando que es la primera vez que juego un título de Yomawari, por lo que si tú no has jugado alguno, no te preocupes, ya que este juego lo puedes disfrutar sin ningún tipo de problema. También es bueno mencionar que en este título se tratan temas como el bullying y el suicidio, por lo que recomendamos que seas mayor de edad para jugarlo.

Lo primero que tenemos que hacer cuando inicia la aventura es elegir ciertos aspectos de nuestro personaje, son características muy sencillas, pero que le darán nuestro toque personal a la aventura. También podremos ponerle el nombre que elijamos (sin pasarnos de cierta cantidad de caracteres), en mi caso “Mitsuha” (sí, igual que el personaje de Kimi no na wa) fue el escogido, dado que el protagonista de nuestra aventura es una pequeña niña. Luego de esto comienza la historia, dándonos a conocer la razón de lo que será nuestro viaje en un mundo en donde el velo entre vivos y muertos es casi imperceptible.

Como en todas las reseñas de La vida es un videojuego (las cuales puedes revisar en este enlace) no cometeremos ningún tipo de spoiler, por lo que no trataremos nada de contenido de la historia, sin embargo, algo que podemos decir de ella es que estará llena de seres horribles, fantasmas perseguidores e historias sombrías. Sí, al ser un juego de terror, creo que logra el cometido de presentar una experiencia del género con buenos recursos y llamativas historias, incluso notamos algunos guiños a grandes maestros del terror como H.P. Lovecraft.

Todo inició una tarde en el colegio de la ciudad. Casi todos los presentes miraban y se reían de nuestro personaje, al parecer sin ninguna razón aparente. El estrés y la tristeza eran fuertes, lo único que quedaba era tomar un poco de aire mirando al cielo… pero esto quizá fue la acción que nos condenaría para siempre a menos que hiciéramos algo al respecto. Bueno, dejando a un lado el “verso” y devolviéndonos a la prosa, nuestra misión principal, en el juego, es la de lograr evitar que la maldición que cayó sobre nosotros luego de mirar el cielo nos convierta en fantasmas para toda la eternidad. Para ello tendremos que recuperar nuestras memorias perdidas, ya que en ellas se encontrará la clave para poder seguir en el mundo de los vivos y esto habrá que hacerlo antes de las 6 de la mañana.

Uno de los aspectos que más me encantó del juego fue sin duda el apartado artístico. Con un estilo hecho a mano, con fuertes colores y diseños variados, todos los elementos del entorno se encuentran en el lugar que es y colaboran para mejorar la experiencia, diversificando visualmente los diferentes lugares que debemos explorar (las diferencias, por ejemplo, entre el entorno del colegio, el campo de arroz, el muelle etc. son bastante notorias). No es de extrañar que, debido también un poco al estilo general y al género del juego, ciertos diseños pueden llegar a herir susceptibilidades y ser un poco macabros, sin estar censurados.

Los personajes tienen un diseño chibi, bonito y sencillo, mientras que todos los enemigos son complejos en diseño y en historia. Cada uno de ellos es dibujado así por una razón y siguiendo el patrón narrativo al que están sujetos, hay poca repetición y todos ellos tienen alguna influencia de la mitología japonesa, como por ejemplo los Yokai. Todas las diferentes transiciones o representaciones gráficas de algunas acciones también tienen elementos gráficos que no solo ayudan con el ambiente, sino que son elaborados con elegancia; tonos oscuros y agresivos cuando morimos, reflejos rojos que están acompasados por el latido del corazón, entornos monocromáticos que representan recuerdos etc. Todo está ahí por alguna razón y nada se percibe como un error, lo que nos indica que siempre es necesario estar pendiente del escenario y de todo lo que sucede en él; cada cosa es una pista que guiará nuestro camino o tratará de confundirnos.

El audio puede sea uno de los apartados más importantes del juego, siendo así que recomiendan fuertemente el uso de auriculares y la primera calibración del juego es la de los sonidos. Los entornos poseen sonidos característicos sin contar con temas musicales; esto puede parecer un poco aburrido, pero la cantidad de sonidos que se pueden escuchar al caminar no dejan sentir la falta de composiciones más complejas. El sonido del corazón es una de las mecánicas más importantes que tiene Yomawari: al momento de estar cerca de un fantasma debemos cerrar los ojos y solo podremos percibir un manchón rojo en la pantalla, sin embargo, el corazón será un indicador mucho más preciso aumentando y disminuyendo la frecuencia de los latidos entre más nos acercamos o alejamos de nuestros mayores temores. Aunque honestamente creo que fue lo más irritante a lo largo del juego: escuchar ese beat sin cesar todo el tiempo no es algo que ayude mucho a la concentración, en especial si se sufre de trastornos obsesivos compulsivos. Algunos sonidos envolventes como los latidos de los perros son muy importantes para llegar a los lugares en donde se desarrollan las misiones secundarias.

Y bueno, hora hablando de las misiones secundarias, estas hacen parte de manera directa de la misión principal, funcionando de preludios de los objetivos principales y enseñándonos sobre el contexto de la misión. Algunos detalles del juego son bastante peculiares cambiando con el tiempo y mostrando el paso de los eventos y los objetos de guardado se encuentran en forma de estatuas Jizo en algunos lugares y en forma de teléfonos en otros (algunas veces, luego de salvar el juego, podemos viajar entre estatuas desbloqueadas). Para poder guardar nuestra partida en cualquier momento, siempre que haya una estatua o teléfono cerca debemos tener monedas disponibles (para pagar la llamada o para realizar la ofrenda a la estatua), pero, si no te quedan disponibles, no te preocupes que siempre habrá una cerca disponible. Eso es casi que lo más útil que tendremos en el inventario, aunque también podremos recolectar otros objetos, algunos útiles como las antorchas, y otros no tanto como las rocas y los aviones de papel. Otro sitio de guardado es nuestra casa, la cual visitaremos cada vez que recuperemos un recuerdo y es en donde podremos revisarlo para descubrir la manera de salvarnos.

Tengo que decir que el juego, en términos generales, funciona con prueba y error. La mecánica de cerrar los ojos para evitar que los fantasmas nos persigan no es necesaria todo el tiempo: hay que ver con cuál enemigo es útil de usar y con cuáles simplemente no es necesario. En la mayoría del tiempo tendremos disponible una linterna, la cual es necesario tener prendida todo el tiempo para que estén disponibles las interacciones con objetos (en este juego hay muuuuchos elementos coleccionables, así que una recomendación es visitar cada rincón del mapa) y para poder ver algunos de los demonios que patrullan las calles. Eso sí, los “bosses” son bastante desafiantes y el proceso para poder acabar con ellos es casi como jugar un roguelike: te mueres y comienzas desde el inicio… así que ármate de paciencia, cuadra tus auriculares y prepárate para morir una y otra vez hasta que aprendas donde no debes pisar. A veces creo que avanzar en la historia también resulta un poco desafiante, muchas veces no se tiene una pista sólida de donde ir ni qué hacer.

El mapa y el sistema de menús son geniales y parecen haber sido dibujados por nuestro personaje. Una de las pantallas nos permite revisar cuáles recuerdos tenemos y los pasos para poder recuperarlos, pero, aquí noté algo que no es útil para nada: se da la opción de marcar como objetivo actual uno de los recuerdos, pero realmente no sirve de nada, ya que no aparece ninguna instrucción sobre el lugar a donde se debe ir. Yomawari maneja una vista top-down y a veces lateral, lo que refresca mucho el gameplay y evita el aburrimiento.

Bueno y luego de comentar de manera general lo mejor y lo no tan bueno del videojuego, aquí, en La vida es un videojuego le damos a Yomawari: Lost in the Dark el puntaje de:

Es un juego excelente, con un arte genial, mecánicas bastante llamativas y muy ingeniosas, detalles encantadores y una historia compleja y llena de momentos de terror. Así que, si quieres ver por ti mismo todo lo que te hemos comentado, puedes ingresar en estos enlaces (PC, Nintendo Switch, PlayStation 4) y ponerte a jugar.

@croatoan9 sorry, but the princess is in another castle.

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