Reseña Wild Hearts, mucho más que una simple alternativa

Clon va, clon viene, el mundo de los videojuegos a veces se pone perezoso y en vez de crear nuevas experiencias, saca una secuela con la misma jugabilidad y solo diferente historia, o hace un remake de un juego que nadie se acordaba, o como llegue a pensar cuando vi el primer anuncio de Wild Hearts, crear un clon de un juego exitoso ya existente.

Y felizmente te cuento que estaba sumamente equivocado, Wild Hearts toma todo lo bueno de Toukiden, Monster Hunter, God Eater y lo ajusta a su forma única, eso sí, algunas cosas no las hace tan bien como estas franquicias, pero el juego se siente diferente, fresco y es supremamente divertido y enganchador.

Madera control.

La historia de Wild Hearts gira en torno a un cazador, que llega a Azuma, una tierra que se encuentra azotada por el fenómeno Kemono, unas bestias gigantescas y también pequeñas que vivían en armonía, pero que luego de cierto tiempo empezaron a comportarse de forma poca amistosa.

La primera persona que nos encontramos, nos “implanta un chip” de control de Karakuri, esto prácticamente nos otorga “madera control” como dirían en Avatar. Con nuestra mente y ciertos movimientos podemos invocar dispositivos en madera que cuentan con muchas prestaciones tanto en la batalla como fuera de ella.

Esto hace que seamos el cazador de Kemono más famoso y querido, somos como una especie de salvador, que ha llegado en el momento justo. Sin embargo, estamos ante un personaje silente, por lo que sus pensamientos no han sido tomados en cuenta, algunas veces se nos preguntarán cosas y podemos elegir, pero esto no quiere decir que tengamos dos rutas de personalidad, las respuestas son totalmente genéricas y no aportan nada a la trama, es como escoger entre: Sí y ajá. 

Luego de ciertos eventos, empezamos a hacer parte de Minato, el último pueblo de esta región, allí conoceremos a varios personajes que serán el hilo conductor de la historia, algunos son más carismáticos que otros, haciendo que tengan más protagonismo, pero en general todos están muy bien construidos. Finalmente, será nuestra misión no dejar que este bonito pueblo llegue a su fin, y para esto vamos a luchar.

Karakuri, el gran protagonista.

El gran diferenciador de este juego frente a sus semejantes, es la utilización de los Karakuri, estos dispositivos mecánicos de madera serán la diferencia entre la victoria y la derrota. Existen tres tipos, los básicos, de fusión y dragón, los dos primeros son especializados para la batalla, aunque algunas veces también sirven para acceder a diferentes zonas del mapa. Los de tipo dragón, son más para la preparación antes de los enfrentamientos y poder llegar con mejores posibilidades.

Creo que la mejor forma de explicar el núcleo del juego es con un ejemplo, así que vamos a ello. Estás en el bello Minato y un NPC te da una misión: Derrota a un picotóxico. 

Como no le tenemos miedo a nada, hacemos viaje rápido a la zona, la ubicación del ave es desconocida dentro del mapa y para no dar mil vueltas, usaremos el Karakuri Dragón de la Torre de Caza, este dispositivo peinará la zona según su alcance y es probable que nos marque el objetivo. Si no lo hace, deberás ir a otro lugar y poner otra torre, traza de que sus zonas de cobertura se solapen, así con solo tienes que activar una para que funcionen todas. Con el enemigo localizado, nos dirigimos hacia él, damos un par de golpes y vemos como nuestro personaje cae derrotado.

Recuerda, del afán no queda sino el cansancio, ahora si vamos a hacer las cosas bien. Lo primero que sugiero es ver las debilidades y fortalezas del enemigo, estas las verás en el apartado de Enciclopedia – Kemono Gigantes, no te preocupes si no lo has derrotado, con solo que te lo encuentres vas a poder ver información importante para tu batalla.

Picotóxico es débil a la tierra, así que puedes ir a Minato y hablar con Natsume o mejor invocar a la Fragua otro Karakuri Dragón donde podemos mejorar tanto armas como armaduras. Allí, con los diferentes materiales que recolectamos del suelo y también lo que dan los Kemono tanto grandes como pequeños, vamos a poder enfocar nuestra arma, hacía cierto daño elemental. Esto hace que se cree una cadena de batallas, primero vas por ciertos enemigos algo sencillos que nos den materiales de forja y luego ya por el objetivo principal.

Como puedes ver, cada mejora de arma está asociada a un tipo de Kemono, deberás acabar con varios del mismo tipo para tener las mejores estadísticas.

También trata de mejorar tu armadura o realiza una nueva que te proteja del daño elemental de tu presa, eso hace que no pierdas tanta vida con los ataques o incluso que seas muy poco afectado por los estados alterados, como congelamiento, veneno o sueño.

Algunas batallas pueden durar hasta más de 30 minutos, por lo que es mejor ir con el estómago lleno, comer es una mecánica muy importante, esta nos dará muchos estados beneficiosos según lo que elijamos. Y como vamos a luchar con un monstruo tóxico, la resistencia al veneno y la mejora de recuperación serán fundamentales. Estos elementos comestibles estarán regados por todos los escenarios, así que cada vez que veas un punto brillante ve hacia él y recógelo.

Después de que tengas varios ingredientes del mismo tipo, los puedes secar para potenciar sus beneficios.

Ahora sí, vamos a luchar, entramos en batalla y usamos nuestros karakuri para saltar y esquivar, pero con un solo cuadrito de madera no será suficiente, por lo que vamos a fusionarlos.

Según avances en la historia, vas a liberar fusiones, por ejemplo 6 cajones hacen un bastión, que te protegerá de los ataques y confundirá al enemigo haciéndolo vulnerable, si fusionas 6 antorchas tendrás un cañón antiaéreo, justo el Karakuri necesario para bajar de un solo golpe al picotóxico y cuando caiga tres resortes juntos se convierten en un demoledor mazo que hará daño masivo.

También puedes mejorar los Karakuri y liberar algunos más con los orbes que obtienes de derrotar a los Kemono.

Ahora bien, crear los Karakuri tiene un costo Fibra, por lo que no puedes dejar que estos objetos luchen por ti, así que deberás golpear a tu objetivo para recuperar esta fibra. Además, tus golpes también irán haciendo daño sobre las partes del Kemono haciendo que ciertos lugares brillen, y allí es el momento de saltar sobre el enemigo, aferrarse a él y usar el brazo de cacería.

Cuando logres hacer esto, vas a multiplicar tu fibra y realizar mucho daño, así que no temas a esta mecánica que, aunque riesgosa, da mucha ventaja en un momento crítico. Lo que sigue ahora es perseguir al Kemono, cuando bajes la vida del objetivo hasta cierto punto, el enemigo correrá a resguardarse en otro punto del mapa.

Esta parte es de las más aburridas, en ciertos momentos estarás creando y golpeando y de repente se corta la acción, esto es mayormente molesto con algunos jefes de capítulo que llegan a huir hasta cuatro veces. Finalizada la batalla, solo queda dar el golpe final y reclamar las suculentas recompensas.

Volvemos a Minato, damos por terminado el contrato y volvemos a repetir todo el mismo proceso con el siguiente encargo, misión principal, recado y demás. Cuanta cosa te piden hacer, termina en enfrentamiento con un Kemono gigante, esperaba más variedad en las misiones, es raro, pero extrañé la misión de recadero y que carajos hasta una de escolta, donde el NPC caminara más lento que yo, me hubiera caído bien.

Además, la variedad de Kemonos no es mucha, son poco más de 20 y algunos de ellos son variaciones elementales, el gorila rojo y azul pueden contar como un solo enemigo, también hay jabalí de hielo y de hierba, haciendo que en este apartado se quede corto frente a otras sagas.

¿Puedo jugar sin internet?

Esto fue lo primero que hice cuando inicié el juego, sabes muy bien que no soy un jugador social y quedé gratamente sorprendido al saber que hasta se puede pausar, así que si te llevas tu PS5 o Xbox Series X a algún lugar remoto sin internet, puedes jugar de principio a fin la historia.

Aun así, sentí que el juego se disfruta más si tienes un aliado cerca, no vas a estar tan corto de fibra y si mueres te pueden revivir, y al ser un juego con una dificultad elevada, una manito no cae mal.

Hay cacerías donde luchas con dos Kemono, allí es donde el juego cooperativo tiene más peso.

Ya para despedirme, te cuento que gráficamente el juego se ve muy bien, los escenarios tienen muchos detalles, los modelados de los Kemono y las armaduras son espectaculares, solo que si quieres que se vea bonito, o sea 4K toca jugar a 30 FPS y si quieres velocidad 60 FPS toca jugar en 1080p y hay ciertas partes que se ven como difuminadas. No hay punto medio.

Por todo lo que acabas de leer Wild Hearts se lleva un 9 de 10, si te gustan los juegos con retos, donde te encuentras con una curva de dificultad de casi 90 grados, pero donde sabes que tu perseverancia y paciencia logrará superarla, este juego es definitivamente para ti.

Sin más que agregar yo me despido y te animo a que le des la oportunidad a Wild Hearts, incluso si no has llegado a jugar un título similar, la sensación de superación y victoria que da este título es una de las razones por los que los gamers amamos a los videojuegos.

@Relict King – Hail to the King.

¡Nos encantaría saber qué piensas! Deja un comentario.

Up ↑

Discover more from La vida es un videojuego

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading