Reseña, Asus ROG Ally: agárrate, Steam Deck

El mercado de consolas está empezando a tomar un rumbo diferente en lo que tiene que ver con el segmento portátil. Si bien esta parte del mercado suele no convencer a muchos, se está convirtiendo en una forma de expandir las marcas que compiten y eso se traduce en mejores opciones para los jugadores.

Asus entró en ese juego. Su experiencia en computadores se trasladó al de las consolas-computadores, como ya lo hizo Steam, y tras probar la ROG Ally durante un par de semanas ya tenemos una mejor idea de lo que propone este dispositivo, que desde un principio deja claros sus puntos más fuertes… y también los más débiles.

Así que no demos más vueltas y arranquemos, porque seguro hay muchos con la expectativa de saber qué es lo interesante que tiene esta consola y si vale o no la pena.

¿Para quién es esta consola?

Quiero empezar respondiendo esta pregunta porque se me hace fundamental entender el contexto, para que de la misma manera sea fácil tener claro cómo es que se le puede sacar provecho a un dispositivo que se vende como una consola de videojuegos, pero que en realidad es un computador portátil condensado en un armazón más pequeño, con controles y funciones gamer.

La ROG Ally está pensada para dos tipos de usuario: aquel que es muy fanático de jugar en PC y quiere una opción portátil para llevarse a un viaje o jugar acostado en su cama, y también es para quien quiere un dispositivo que reúna lo bueno del PC y de las consolas de sobremesa en un solo lugar. Pero, si eres un tipo de jugador casual, que no le interesa estar midiendo los FPS o si le da lo mismo jugar en 720p que en 1080p, el dinero invertido en este dispositivo no lo vale y el mercado ofrece opciones menos robustas, pero igual de funcionales y divertidas como una Switch; un poco me pasó esto con la ROG Ally.

No soy ese tipo de usuario que esté constantemente pensando en si mi juego va en 4K o si los teraflops me van a alcanzar: tengo una Series S como consola principal y lo que mí me importa es poder acceder a los juegos que me gustan y pasarla bien.

No obstante, lo destacado de una ROG Ally es justamente apuntarle a lo más alto, ya que es un dispositivo que permite un excelente grado de personalización en la gestión de los recursos. Pues, cuenta con tres modos de rendimiento y cada uno se adapta a los que se configuran puntualmente en los diferentes títulos.

Además, al estar usando Windows 11 como sistema operativo, literalmente se le puede instalar cualquier cosa que tenga un PC. De hecho, estuve haciendo un documento en Word y dibujando en Paint. Es decir, que de Photoshop para arriba es posible tenerlo.

A diferencia de la Steam Deck, que tiene como base Linux y aunque es posible instalarle Windows, es un trabajo adicional y no todos se animan hacerlo. El ecosistema de la ROG Ally está pensado para entrar a jugar, por lo que Asus desarrolló Armory Crate, que es un hub que reúne todos los juegos de todas las tiendas posibles (Epic, Steam, Xbox…) y desde ese lugar se puede abrir y gestionar, lo cual le da mucha comodidad.

En lo que tiene que ver con el rendimiento: sí, es una bestia. La verdad es que, es una consola que puede con casi cualquier tipo de juego. La probamos con Gears 5, Forza Horizon 5, Doom Eternal, Hades y Mortal Kombat 11, y con ninguno hubo mayores afectaciones. Aunque, con Forza sí notamos algunas fallas en la ejecución del audio cuando el rendimiento era más exigente, pero ajustando algunas parámetros se estabilizó.

Al instarle un emulador tampoco presentó problemas y accedimos a títulos de PS2 con tranquilidad. Es más, según opiniones de otros medios, con PS3 también hace un buen trabajo, pero no llegamos hasta allá por cuestiones de tiempo.

El otro gran aspecto positivo es su sonido. Sin exagerar, creo que esta es la consola portátil con mejor sonido que ha salido hasta ahora. Su volumen en lo más alto no se distorsionaba, los bajos eran claros y se sentía una verdadera inmersión. Es algo que se agradece porque en un dispositivo tan “pequeño” no es común ver un sistema de audio de calidad.

Para cerrar los puntos positivos, su diseño está bien implementado. Si bien no es un producto ligero, no es incomodo tenerlo por horas, se sujeta bien, los botones están bien ubicados y sobre todo la refrigeración estuvo bien pensada, porque el calor no se siente en las manos, lo que evita incomodidades el largo plazo.

Lo que no nos gustó

Sin duda la batería es su punto más débil. La consola no está bien optimizada y el consumo de recursos es muy alto, lo que no permite que haya periodos de juego más allá de las dos horas en los perfiles más altos. Por lo que si queremos jugar por más de tres horas, tendremos que sacrificar mucho en lo visual.

Y esta parte le resta mucho, porque qué sentido tiene tener una consola portátil con la que toque jugar conectado a la energía o apenas pasar un par de horas para tener que ir a buscar el cargador. Si bien ejecutar títulos de ese calibre es exigente, Asus tiene la experiencia para entregar un producto mejor optimizado y que el ecosistema portátil sea completo. Si no, para eso están las consolas de sobre mesa.

Otro aspecto que le hizo falta es un padmouse. La Steam Deck tiene ese gran punto a favor, porque es posible disfrutar de títulos como Age of Empires, que la ROG Ally permite instalar, pero necesita de un mouse adicional, haciendo que la experiencia portátil se vaya al suelo.

Finalmente, su precio es sin duda lo que va hacer que muchos duden en acceder a ella, llegando a costar $699.99 USD en la tienda de ASUS (unos $2.876.566 pesos colombianos aproximadamente). Por eso decía que esta consola es para aquellos que disfrutan de estar cambiando los ajustes, de modificar las configuraciones y pelear porque el juego solo llegó a 119 FPS. Debido a que, por su valor, hoy el mercado tiene más opciones para quienes no son ese tipo de jugador o aún no tienen una consola o un PC Gamer.

Vale o no vale la pena

Sí, sí vale la pena si queremos tener una experiencia portátil de nuestros juegos en PC que no requieran un mouse. También si somos un jugador que le guste la parte técnica y estar jugueteando con los ajustes para tener la experiencia personalizada o si nos interesa tener una opción todo en uno para estar pasando de la sala de estar al monitor del estudio con un dock adicional.

Es posible usarla en la TV con un dock que cargará tu consola mientras juegas.

No, no vale la pena si buscamos un dispositivo con larga duración de batería. Además, no es ideal para aquellos que les gustan los títulos tipo Age of Empire o League of Legends, que requieran de mouse, porque ahí lo portátil pasa a un último plano.

En resumen, Asus hizo un buen trabajo. Su ROG Ally está bien trabajada, rinde de la mejor manera con la mayoría de juegos y es una experiencia potente para un dispositivo tan pequeño. Ahora tienen por delante el trabajo de pulirla, de optimizar su batería, de hacerla una portátil más completa.

Y la gran lección es que ahora los desarrolladores también pueden pensar en crear experiencias para este tipo de consolas; es un mercado por explorar y con el tiempo los valores de producción irán bajando, para que, cada vez más personas disfruten de lo que yo llamaría: las PConsolas, 😉 (patente del nombre en progreso).

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¡@JuandGames_, good game!

Nota: diferentes imágenes fueron tomadas del portal de ROG, debido a que gran parte del material audiovisual recolectado se perdió en un siniestro, 💣💥 (qué tipo de accidente queda a tu imaginación).

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