Reseña Avatar: Frontiers of Pandora – ¿está mal ser un Far Cry azul?

Los videojuegos de películas no es que sean muy apetecidos por los gamers, y pareciesen que llevan a cuestas una maldición desde aquel fatídico invierno de 1982, por lo que cada vez que se anuncia un videojuego inspirado en el séptimo arte, algunos esperamos a ver la mayor cantidad de videos, gameplay y reseñas, antes de adquirirlos.

Y si estás aquí es que estás interesado en el más reciente lanzamiento de Ubisoft: Avatar: Frontiers of Pandora, un juego de mundo abierto inspirado en una de las obras más representativas de James Cameron. Por lo que esperarás escenarios preciosos, una historia llena de carga narrativa con grandes revelaciones, más un gameplay sin fallos, y te cuento que este juego cumple con ciertos de estos parámetros, ¿cuáles sí y cuáles no? Tan solo continúa leyendo y acompáñame en esta reseña.

Puro poder Next Gen.

El pasado 7 de diciembre llegó Avatar a los estantes y lo hizo de forma exclusiva para PS5, Xbox Series y PC, y la razón de que no haya llegado a PS4 o Xbox One, es que no hay forma que esto corra en esas consolas.

Cada centímetro del juego es un espectáculo visual, el modelado de los Navi’, los animales, las plantas, hasta nuestra propia ropa, está diseñada con el mayor de los cuidados. Si Pandora fuese real, te hubiese asegurado que los desarrolladores fueron hasta allá a tomar las fotos y las recrearon en el juego.

Espero que Ubisoft les dé una bonificación esta navidad a los artistas conceptuales, modeladores y demás desarrolladores involucrados en el aspecto gráfico, hicieron un trabajo estupendo.

En cuanto a fluidez, si juegas en modo calidad, vas a ir a 30 FPS estables todo el tiempo, sea a lomos de Ikram a toda velocidad o si te llegan a acorralar muchos enemigos y tienes una lluvia de balas frente a ti. Si vas por rendimiento, los cuadros por segundo van a estar entre 55 a 60, y tan solo sacrificas un poco la resolución, vas a estar casi en 2K dinámico.

Igual que en la pantalla grande.

Las películas de Avatar son para maravillarse con lo bien que se ven, no son tanto para ponerle cuidado a una trama muy elaborada y trascendental. Y esto mismo pasa con Frontiers of Pandora. Eres un nativo de este planeta, que ha sido criado por la RDA (los humanos) que buscaban crear un programa de embajadores, para comunicarse de la mejor forma con los habitantes del planeta.

Esto en el papel suena genial, si tan solo la RDA no hubiese masacrado a tu clan, para luego secuestrarte e intentar lavarte el cerebro en sus instalaciones; luego de ciertos eventos escapas de este lugar y eres recibido por una tribu de nativos que te enseñarán que significa ser un Navi’.

Fuera de esto, como que tu clan era uno de los más especiales de Pandora, ya que cada vez que te encuentres con alguien, te hablará de los Sarentu y de cómo se ayudaron en antaño, que eran supergeniales y tenían una conexión con Pandora más allá de lo común y bla, bla, bla.

Esto te pone en el camino del héroe demasiado pronto y te vuelves el recadero elegido, haciendo que la mayoría de la historia cuente con una estructura de 6 pasos: 

  1. Ir a donde una tribu que no quiere colaborar con la resistencia.
  2. Viajar y hablar con ellos.
  3. Te dicen que con gusto ayudarían, pero que la RDA está haciendo algo que afecta su territorio.
  4. Como eres un Sarentu, vas y arreglas el problema.
  5. Te haces muy amigos de ellos y aceptan unirse.
  6. Antes de irte te enseñan una tradición Navi’ que precisamente era la que necesitábamos para llegar a otro territorio para volver al paso 1.

Raramente, la monotonía no pega muy fuerte y lo hace casi al final de la historia y debido a la extensión del mapa, este viaje entre tribus está lleno de elementos extra, que hacen que te desvíes un poco y disfrutes cada rincón de Pandora.

Y usando un poco las frases motivadoras que sube mi tía todos los días a su estado de WhatsApp, «lo que importa no es el destino, sino el viaje» y Avatar: Frontiers of Pandora sigue esta filosofía. Solo tienes que dejarte llevar por este bello mundo y no ponerle tanto cuidado a la historia llena de clichés, o sea lo mismo que hicimos cuando vimos las películas.

¿Está mal ser un Far Cry azul?

Desde su anuncio, las críticas hacia sí era o no, un Far Cry con una skin de Avatar se escucharon por todo lado y te puedo decir que sí. Estamos ante un juego muy parecido a esta serie, con ciertos elementos que lo hacen un poco diferente, pero la esencia de shooter de mundo abierto enfocado en misiones está ahí y no lo podemos negar.

Pero esto no es malo, Ubisoft sabe como hacer mundos abiertos, como mantener al jugador embelesado con el juego por muchísimas horas y Avatar es la prueba de ello. En cuestiones de gameplay, no tenemos la habilidad de Dani Rojas, somos un extraterrestre de 3 metros manejando armas para humanos de 1.75, por lo que podemos pegarnos el rifle a la cara para apuntar.

Aquí estaba pulsando L2 que se supone hace zoom para mirar por la mira.

Así que nuestra precisión no es la misma si usamos las diferentes armas nativas, como el arco, el propulsor de lanzas o la honda de fuste (lanzagranadas de palo). Tampoco somos esponjas de balas como Jason Brody, la mayoría del tiempo, andaremos en ombliguera y taparrabo, y nos enfrentaremos a soldados con ametralladoras o robots igual de grandes a nosotros, con lanzagranadas y cohetes, por lo que un fallo en nuestra precisión y acabaremos rodeados de enemigos para terminar en Game Over. Esto hace que el sigilo sea nuestra primera opción en los enfrentamientos y nos preparemos a conciencia antes de meternos en una refinería de gas llena de enemigos.

Para no morir tan seguido, tenemos varias opciones, primero comerciar tanto con humanos como con Navi’ para obtener mejor equipo. Aquí las misiones cuentan con un número que indica la dificultad y tú tienes un número que marca el nivel de tu equipamiento, así que enfrentarte en nivel 5 a una misión de nivel 10 es ir directo hacia tu muerte.

Como viste, cada comercio solicita una moneda de cambio diferente, los humanos te pedirán recursos y los nativos te pedirán favores. Para obtener ambos, necesitas completar misiones secundarias, volviendo a la estructura por pasos: se nos propone una misión más allá de nuestro nivel, completamos un par de secundarias, hacemos el trueque por mejor equipo, realizamos la misión y volvemos a iniciar.

Pero también hay más formas de conseguir nuevas armas y equipamiento, y es haciéndolas tú mismo, pero todo con la concordancia de tus habilidades, obvio no vamos a hacer un rifle francotirador, pero sí mejores arcos, trajes, bolsas y más elementos nativos de nuestro pueblo. Aunque lo mejor de todo es que estos diseños serán obsequios y no tendremos que dar muchas vueltas para obtenerlos.

El equipo no es lo único que mejorarás con las misiones, algunas de ellas te darán puntos de habilidad que podrás gastar para mejorar tu daño, salud y la eficacia de los alimentos.

Conseguir los materiales ya es otro tema, el juego nos ofrece una guía de donde encontrar cada elemento, sea animal o vegetal. Pero no pone un marcador en el mapa para que vayas y lo recojas, lo que tienes es una lista de lugares de donde este elemento se puede encontrar y las mejores condiciones para su recolección. Esta misma mecánica tipo: “el objetivo está al oeste del monte y al sur del árbol madre”, también aplica para las misiones, aunque se puede cambiar a punto de ruta normal si no te gusta explorar mucho.

Ahora y como viste en la imagen de la Fruta de Vaina, es mejor recolectarla cuando está lloviendo, si la tomas cuando está soleado su calidad bajará. Por ejemplo, esta fruta se usa para que cuando la cocines y comas su preparación, tu salud base aumente, haciendo que una fruta seca no tenga el mismo efecto que una recolectada bajo la lluvia. Así mismo pasa con los materiales para fabricar armas, entre mejor sea la condición mayor daño harás.

Finalmente, puedo decirte que Avatar: Frontiers of Pandora es un muy buen Far Cry, pero no es un Far Cry, usa su base jugable, pero la modifica lo bastante para hacernos sentir en un planeta extraño lleno de opciones para convertirse en un gran Navi’. Y sé que va a sonar raro, pero me hubiera encantado que hubieran agregado la opción de subir a alguna torre para liberar la niebla del mapa, mi TOC me tiene viajando por cada rincón para liberar toda la niebla.

Lo que te muestro es menos del 20% de la extensión completa del mapa.

Así que Avatar: Frontiers of Pandora, con su mundo vivo y lleno de espectacularidad, más su interesante forma de jugar, mezclado con las misiones bajas en variedad y su historia algo predecible, se llevan un 8.6 de puntuación. La fórmula de los mundos abiertos de Ubisoft nos ha dado otro juegazo que disfrutaran tanto aquellos que vieron las películas y buscan expandir este universo. O aquellos que como yo solo se vieron la primera cuando salió en televisión y tan solo quieren disfrutar de paisajes de ensueño mientras vuelan por el escenario matando soldados genéricos con un arco y flechas.

Sin más que agregar, espero que Ubisoft revise un poco su fórmula del mismo juego con otra skin, esta vez les salió bien, pero quién sabe en un futuro, así que cuéntame, ¿qué género te gustaría que abordara la desarrolladora francesa? Déjame tu comentario aquí abajo o en FacebookTwitter e Instagram.

@Relict King – Hail to the King.

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