Es innegable la popularidad que han tenido últimamente los juegos tipo roguelike y roguelite, especialmente luego de todos los galardones que se llevó Hades el año pasado. Por lo que es común observar a varios estudios independientes intentar ofrecer sus propias ecuaciones dentro del género, tal es el caso de Douyi Games, quienes ya tienen un largo historial de videojuegos lanzados para PC y Android, y que se aventuran para ofrecernos un título furry con elementos roguelite para Xbox Series X|S y Microsoft Windows. Sin más preámbulos, aquí te traigo las primeras impresiones de Gunfire Reborn.

Ternura y calabozos
Algo que llama la atención de este sencillo título es su estética bastante caricaturesca, en donde controlamos a animales antropomórficos, que a su vez son chibis y usan una indumentaria japonesa, usando en sus personajes el conocido borde negro. Todo esto lleva a que nos derritamos de ternura frente a los héroes con los que vamos a jugar. Por otro lado, los escenarios sí se muestran algo más serios, pues debemos avanzar a través de niveles diferentes, ya sean calabozos, desiertos o pantanos, en los cuales seremos frecuentemente hostigados por diferentes tipos de enemigos.

Por cierto, el juego usa una ornamentación oriental en sus atmósferas, siendo posible ver tumbas que recordarán a antiguos emperadores o poblados en el periodo Edo en Japón. Lo mismo sucederá con la música, que encaja perfecta con la ambientación; aquí podrás distinguir las flautas, los taikos y el muy conocido sonido del shamisen. Esto consigue transportarnos a ese mundo caótico con guardianes ancestrales persiguiéndonos y criaturas mitológicas como kappas al acecho.
Disparos y calabozos
No hay otra forma más sencilla de describir a Gunfire Reborn, es un shooter en primera persona, pero usa mecánicas comunes en los roguelite, por ejemplo, el recorrido por diferentes calabozos, los cuales cambian someramente entre cada partida, dándole algo de aleatoriedad y un mal intento de variación (ya ahondaré en esto más adelante). Otra característica, es la muerte permanente, o al menos un estilo de esta, me explico: cada partida en la que te adentres te hará pasar por diferentes niveles, estos están divididos por fases y terminan con un jefe al final, sin embargo, no hay un punto de salvado, debes continuar hasta que tu personaje caiga y cuando esto suceda todo el equipamiento y habilidades pasivas conseguidas se perderán teniendo que iniciar de nuevo.

No obstante, cada enemigo al que te enfrentas te dará almas, que puedes canjear por talentos, estos sí son permanentes y se equipan en el menú principal, fortaleciendo a tus héroes y permitiendo hacer al juego un poco más fácil. Ya en los calabozos, podrás encontrar pergaminos que te darán habilidades pasivas, entre ellas: daño elemental, defensa extra, velocidad en ciertas situaciones, etc., incluso vendedores que te ayudarán a mejorar tus armas, a comprar objetos básicos o hasta pagar una módica suma de cobre por revivir a tus compañeros caídos, ya saben lo típico de los RPG. Además, al final de cada fase encontrarás un cáliz dorado, un objeto que te ayudará a potenciar tus destrezas de forma mucho más sólida. Pero de nuevo recuerda, que, a excepción de los talentos, todo se perderá cuando tú y tu equipo caigan.

Sencillez y repetición
Si bien, para muchos será molesto el hecho de volver a empezar una y otra vez, hay bastantes juegos donde este tipo de progresión es regla y el reto se encuentra en intentar llegar cada vez más lejos; una excelente muestra de esto es Sifu. Empero, Gunfire Reborn no logra trazar esta mecánica de la mejor manera, ya que, se siente extremadamente repetitivo, debido a que tendrás que volver a pasar por los mismos escenarios una y otra vez; y es cierto que he dicho que las estructuras dentro de estos cambian en cada partida, generándose proceduralmente, pero este cambio es muy superficial y no se aprecia demasiado, parece simplemente que reorganizaran las pasarelas: los enemigos serán los mismos y deberás hacerlo igual para llegar al final, como si de Sísifo se tratase, subiendo la roca por la colina para verla caer de nuevo eternamente. Por ende, si hubiera la posibilidad de seleccionar el escenario o que estos aparecieran de forma aleatoria, le hubiera dado un poco más de frescura, pero no, mueres y sientes que tienes que repetir lo que ya habías hecho. Inclusive, desbloquear héroes es tedioso y requiere bastante tiempo, de nuevo, haciendo lo mismo una y otra vez para desplegar a un personaje que posee diferentes habilidades.


Hablando de los protagonistas, el título tampoco te ofrece una trama, por mucho solo leerás las tres líneas que aparecen en la presentación, algo sobre el príncipe heredero y ya, te lanzan a eliminar a miles de enemigos sin saber de qué va, lo cual, podrá sonar quejumbroso, pero al carecer de una historia y un macrocontexto básico, se siente que fuera un cascarón vacío. Por otro lado, es importante destacar, que es un juego que logra disfrutarse raspando, tiene una estética que resalta y es agradable a la vista, además de una jugabilidad sencilla y fácilmente entendible, con una dosis de acción adecuada, especialmente si eres poseedor de Game Pass y tienes con quien jugar, pues el multijugador es pieza clave del título (es un P2P); formando equipos de hasta cuatro jugadores para enfrentarte contra las oleadas interminables de enemigos, de hecho, si caes, tus compañeros podrán levantarte rápidamente para seguir luchando.

Hasta aquí la reseña, te recomiendo este juego si quieres divertirte un buen rato con tus compas, antes de irte respóndeme, ¿ya has probado Gunfire Reborn? ¿Has logrado desbloquear algún héroe? ¿Qué otros roguelites conoces? Déjame tus respuestas aquí abajo en los comentarios o en Facebook, Twitter e Instagram.
Calachoowie te dice, see you space cowboy…