Siempre me han gustado las películas y novelas de detectives, especialmente esas que tienen una estética de cine noir, por lo tanto, cuando me dijeron que reseñara este juego me emocioné bastante y lo que hace más curiosa la sensación anterior es que los protagonistas de esta aventura eran un par de pollos. Todos dirán que eso puede resultar irrisorio, pues mezclar una sociedad de animales antropomorfos, como en Zootopia, y cambiarle el colorido a una fría escala de grises, en donde el protagonista es un pollo alcohólico a punto de retirarse de su trabajo, suena bastante loco, pero este point-n-click, desarrollado por The Wild Gentlemen y distribuido por HandyGames, para PlayStation 4, Nintendo Switch, Xbox One, Microsoft Windows y Mac OS, consigue su cometido. Así bien, hoy en La Vida es un Videojuego te traemos la reseña de Chicken Police: Paint it RED!

¿Más poético? Ponlo en blanco y negro
Lo primero que haré es destacar el arte que vemos en el juego, la primera impresión, ya sabes. Y para este caso, quedó muy bien unificado en el título; todo el juego se encuentra en escala de grises, lo que aumenta lo sombrío y resalta los monólogos de nuestro pollezco antihéroe, aun así, veremos que en los cortes de escena intencionalmente dejan a color ciertas palabras y objetos, para resaltarlas entre la profunda oscuridad de Clawville, la lluviosa ciudad donde se desarrolla la aventura, que por estas épocas recuerda a Bogotá. A esto sumamos una escenografía y personajes hechos a partir de fotografías, que, si bien son muy estáticos, aportan cierto realismo al juego, evitando caer en la ternura de Judy Hopps y Nick Wilde, para ofrecernos un gallo, que definitivamente, ya quemó sus mejores años.

Una vez quedamos enganchados por la parte visual, nos dan de frente con la música, una obra de arte compuesta por László Vincze, en la que destaca el jazz y el blues, que hace sentirnos en los años 20 o 30, por aquello de la gran depresión (con los 20 me refiero a 1920, a veces se nos pasa un siglo sin darnos cuenta). Los sonidos que escucharemos en el juego irán cambiando constantemente según la situación, creándonos desde sensaciones taciturnas y nostálgicas, hasta jocosas y llenas de adrenalina. Ahora sumemos esto, la excelente actuación de voz detrás del juego, con guiones que permiten destacar esa dualidad antropomórfica, en donde hay constantes referencias a expresiones que los seres humanos usamos frecuentemente (por si las moscas), que llenan de vida a la sencilla animación que tienen los personajes.
Una aventura al alcance de un click… o un pico
Tal como he expresado arriba, en el párrafo introductorio, este juego es un point-n-click, en donde pasamos a través de diferentes escenarios pre-renderizados, con personajes y objetos con los cuales podremos interactuar cuando los seleccionamos. Es aquí donde podremos obtener información, bien sea para el caso que estamos resolviendo o para ampliar el contexto en el que se desarrolla nuestra aventura. Así bien, cuando damos click sobre los animales dispondremos de diferentes acciones.
- Examinar: Nuestro protagonista nos da las impresiones que tiene de la persona referida y a veces las comparte con su colega, otro pollo de blancas plumas.
- Hablar: La interacción base en cualquier juego y necesaria para desbloquear las dos siguientes.
- Preguntar: Podemos hacer preguntas específicas en torno a la situación en la que nos encontremos y ciertos temas relevantes.
- Interrogar: Solo con personajes específicos podremos usar esta, y debemos hilar muy delgadito para que todo salga bien, pues hay que conocer la personalidad de quien interrogamos para obtener la información que deseamos, ya que disponemos de diferentes preguntas para llevar la conversación y algunas nos alejarán de nuestro objetivo.


También tendremos un cuaderno donde nuestro detective anota toda la información que le parece relevante, pistas, nombres y perfiles de personas, lugares, un códice (que abordaré más adelante) y una hoja de progreso. Podemos acceder a esta herramienta con tan solo oprimir un botón y así direccionar nuestros pasos. De hecho, en situaciones específicas, para avanzar en la historia, tendremos que usar el tablero de chinchetas con fotografías y pistas, tan común en las investigaciones (ahora sé cómo se sentía Daniel Mendoza grabando El Matarife), lo que nos dará nuevos objetivos para continuar recorriendo las calles de Clawville. Además, Chicken Police tiene unos cuantos minijuegos, pocos en realidad, como una galería de tiro o unos cuantos situacionales, que despiertan un poco la narrativa cuando estás cansado de hablar con media ciudad para poder avanzar.

Natura, un mundo nuevo
El protagonista de este título es un gallo llamado Santino Featherland, al que le queda poco para retirarse del cuerpo de policía de Clawville. Como suele ser común en estas historias, tipo novela noir, Sonny (su hipocorístico) es un personaje atormentado por su pasado, el cual no sabe si busca redención o un motivo para terminar pronto con su miserable vida, por lo tanto, el arquetipo de héroe desaparece en los primeros minutos, para ofrecernos a un antihéroe arrogante y alcohólico, desencantado por su existencia y decepcionado por las decisiones que ha tomado, buscando algo de brillo en la mierda que recubre la ciudad, algo de esperanza o ingenuidad (como cuando estudias para ser docente en Colombia).

Santino se verá obligado a asumir un caso que revolverá los cimientos de la ciudad y lo pondrá en peligro, junto a los seres (más por lealtad que por amistad) que siguen apoyándolo. En efecto, todo este contexto ya parece de película, pero aún más lo es su macro-contexto; me explico, arriba hablé del códice en el cuaderno de apuntes de nuestro pollo, esta herramienta está cargada de datos históricos, no solo en torno a los personajes principales, sino al mundo mismo en el que se desarrolla la historia, hablándonos de países, conspiraciones políticas e incluso guerras que sucedieron antes de lo que nos atañe, además, este se va desbloqueando poco a poco, ampliando sutilmente el universo creado por The Wild Gentlemen. En consecuencia, tenemos una narrativa extremadamente rica, que nos mantiene inmersos en la novela sin darnos cuenta, que hace que queramos seguir avanzando para entender más de lo que sucede en Natura (nombre del mundo en el juego), pues se abordan temas de racismo, corrupción y segregación, lo que puede llegar a recordar las palabras orwellianas de Rebelión en la Granja.
“Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”.
George Orwell

En conclusión, Chicken Police: Paint it Red es un título imperdible para aquellos que disfrutan de los point-n-click, con una historia sólida, excelente trabajo artístico y personajes entrañables. Sin embargo, la jugabilidad a veces tiende a ser repetitiva y aburrir un poco, especialmente en los primeros pasos del juego, lo que puede ocasionar que muchos abandonen el caso antes de que se ponga bueno, además que se requiere una constante lectura. Por ello, solo puedo recomendarte que te atrevas a ponerte en las plumas de Sonny, no saldrás decepcionado.

Ahora cuéntame ¿has tenido la oportunidad de probar este juego? ¿Qué otros point-n-click has probado? ¿Ya remplazaste la proteína animal por sucedáneos parecidos? Déjame tus respuestas aquí abajo o en Facebook, Twitter e Instagram.
Calachoowie te dice, see you space cowboy…